De ser una moneda conmemorativa que se acuñó para solemnizar los 100 años de la consumación de la independencia en México, el centenario permanece vigente en el sistema económico nacional como una joya para el ahorro y la inversión.
La pieza se emitió en 1921 como una moneda de cuño corriente con un valor nominal de 50 pesos. Su lanzamiento se realizó con el objetivo de festejar un siglo de la independencia de nuestro país.
El centenario tuvo circulación legal por una década, hasta que las monedas del metal precioso fueron desmonetizadas en definitiva en julio de 1931.
No obstante, debido a la creciente demanda de oro que existía en esa época, en 1943 las autoridades correspondientes decidieron volver a acuñar la pieza.
Sus características
En el anverso presenta el Escudo de Armas de la Nación. En la parte superior, y rodeando el águila, la leyenda “Estados Unidos Mexicanos”. En la parte inferior una rama de laurel y otra de encino, sujetas por un lazo.
En el reverso simboliza a una Victoria Alada, representada en el monumento del Ángel de la Independencia, junto con un fondo de los legendarios volcanes: Iztaccíhuatl y Popocatépetl.
A los costados tiene la leyenda de “50 pesos” y “37.5 grs. de Oro Puro”. A la izquierda, el año de 1821 y a la derecha el año de acuñación correspondiente.
De acuerdo con el banco central, el centenario tiene un contenido de oro puro de 1.20565 onzas y, al igual que todas las unidades de la familia de la moneda, contiene una pureza de 0.900. Su diámetro es de 37 milímetros y su peso de 41.667 gramos.
Sin ser atractivo para el mercado pirata
Eduardo Turrent, gerente de Relaciones Institucionales del Banco de México, señaló que el centenario está hecho a base de oro de 18 kilates.
El costo de producción de una pieza, comentó, es igual al valor del metal precioso, más el costo de acuñación, el cual generalmente es bajo.
En entrevista, el funcionario descartó la existencia de un mercado apócrifo de la moneda, dado que el señoriaje, esto es, la diferencia entre el valor nominal y el valor de los insumos que integran la unidad, prácticamente es cero, lo cual no incentiva la falsificación del centenario.
“La moneda mexicana, al igual que a nivel mundial, ha evolucionado, fenómeno que genera diferencias en el sistema de operación”, comentó.
Señaló que al no ser una moneda en circulación, no se sabe cuántas existen en el país. Acotó que sólo se conoce cuántas se acuñan anualmente; sin embargo, es un dato no disponible.
Una joya de las mujeres
Mario Cortés, director de la escuela de Mercadotecnia de la Universidad Panamericana, comentó que la creación de la pieza se dio durante el gobierno de Porfirio Díaz y precisamente en la época que había una inclinación por usar los metales preciosos como unidades de valor.
Dentro de la familia del centenario, se encuentra la moneda Azteca e Hidalgo.
La primera se acuñó en 1917 y se distingue por llevar el Calendario Azteca al reverso.
La segunda lleva a Miguel Hidalgo y Costilla, quien inició la guerra de Independencia el 16 de septiembre de 1810. Con el paso del tiempo, en el proceso histórico de la Revolución, narró Cortés, se genera en la mente del consumidor que el centenario por si solo tenía valor, fenómeno que los billetes no poseen.
“Pienso que de ahí en adelante se crea esta idea de guardar el centenario como una forma de ahorro e inversión, sobre todo entre la clase más adinerada de esos años”, comentó.
Adicionalmente, refirió, la moneda de oro también se ocupó como una joya entre la clase más adinerada de aquella época.
“Se podía ver a las mujeres más ricas de aquellos años con grandes esclavas del metal amarillo, engalanadas con uno, dos o hasta cuatro centenarios colgando, lo cual era símbolo de clase y posición”.
En algunos casos, refirió el especialista, optaban por fundir la moneda para convertirla en aretes, gargantilla, pulsera o la joya más extraña que se les pudiera ocurrir,
“Se pensaba que el oro del cual estaba hecho un centenario era más puro y tenía más tradición, por lo cual muchas mujeres desbarataban la pieza y generaban otra nueva a su total satisfacción”.
Durante tres siglos y medio, la plata y el oro acuñados por la Casa de Moneda de México, dependiente del banco central, fueron la base de dinero circulante en el país y se convirtieron en un producto de exportación.
De acuerdo con el Banco de México, en el siglo XX se convierte en una Entidad Industrial dedicada a la producción de la moneda mexicana a cuño corriente, así como de finos amonedados.
Moneda que más vale tenerla en mano
Actualmente, el centenario es visto como un instrumento de ahorro e inversión, una moneda de colección y un activo de protección para los inversionistas en caso de volatilidad en los mercados financieros.
De acuerdo con especialistas, el metal pasó de ser una pieza conmemorativa que representaba a México a escala internacional, a una herramienta de características económicas muy especificas.
"Los centenarios a partir de 1931 ya no tiene importancia como pieza circulante, pero si como una forma de comprar, invertir y ahorrar por su valor intrínseco", comentó Eduardo Turrent, gerente de Relaciones Institucionales del Banco de México.
En tiempos de crisisaumentó su valor
Hoy en día, una pieza tiene un costo cercano a los 18 mil 800 pesos, cuando en 2000 promedió un valor de cuatro mil 700 pesos.
Sin embargo, el funcionario señaló que una moneda puede ser más costosa entre más antigüedad tenga su año de acuñación, particularmente para los coleccionistas.
Carlos Canfield, integrante del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Instituto Tecnológico Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Estado de México, comentó que la divisa se constituyó como una herramienta de ahorro, sobre todo para la gente de altos recursos y, en su mayoría, de edad avanzada.
Asimismo, agregó, es un blanco para los inversionistas, al ser considerado con un mercado de protección en caso de riesgos en la economía.
Lo anterior se ve reflejado en el aumento de la cotización del metal durante la crisis económica.
Tan sólo al cierre de 2007, la moneda operaba cerca de los diez mil 800 pesos. Sin embargo, fue mostrando una tendencia ascendente hasta superar los 20 mil pesos por unidad a principios de mayo de este año. En aproximadamente 18 meses, el precio del centenario creció más de 80 por ciento.
"Los inversionistas buscan en el oro que si bien su riqueza no aumente, al menos que no pierda valor. Por años, la materia prima ha sido uno de los activos más empleados por los hombres de dinero, fenómeno que continuará en los próximos años", comentó Jaime Ascencio, analista de Actinver.
También para el empeño
Cada vez es más recurrente registrar centenarios como una prenda de empeño, aseguró un trabajador del Monte de Piedad, quien pidió omitir su nombre.
"El valor de esa moneda actualmente asciende a más de 18 mil pesos; sin embargo, nosotros prestamos alrededor de ocho mil 500 pesos por cada pieza", dijo.
Y agregó: "Definitivamente no se ven a diario como una joya, un reloj o una televisión, pero sí llega gente con un centenario en mano. Sin embargo, muchas veces prefieren no dejarlo porque piensan que es poco el dinero que se presta por ellos"
Fuente:excelsior.com.mx
