Ricardo Méndez Barozzi
Los primeros árabes que aparecen en los registros históricos son los Nabateos, hacia el 312 AC, un pueblo de lengua árabe pero que al establecerse al S. de Palestina adoptan como lengua y escritura al arameo (nabateo). Empero, cruzando los interminables arenales del “desierto árabe”, llegando al extremo sur de la Península Arábiga llegamos al Arabia Felix, así llamada por ser la única región fértil habitada por árabes: el Yemen, cuna de antiquísimas civilizaciones como los Sabeos y los Himiaritas, pueblos mercantes que acuñaron moneda antes de la era Cristiana. En medio de este desierto no solo estaban las importantes rutas comerciales en las que transitaban los caravaneros sino que también existían verdaderas Ciudades-Estado, las que contenían lugares de mercado y sitios sagrados de culto pagano. Una de estas ciudades era La Meca, el gran santuario de las tribus nómades.
Muhammad ibn Abd Allah (Mahoma, hijo de Abdalá) nació en La Meca en 570, se dedicó desde joven al comercio, a los 25 años se casó con una rica viuda, sin embargo con el correr de los años encontraba a su vida vacía espiritualmente por lo que decidió retirarse a meditar a una cueva en el desierto, dónde a los 40 años tuvo su primera revelación recibiendo un llamado a restaurar su fe en un Dios único y predicar la entrega total a dicho Dios como un modo de vida. Muy pronto masas de seguidores comenzaron a rodearlo causando malestar entre los líderes de La Meca, cuando la situación se tornó insostenible Muhammad y sus seguidores escaparon a la ciudad de Medina, suceso conocido como la Hégira (literalmente la huida), este hecho ocurrió en el año 622 de la Era Cristiana y el 15 de julio de ese año marcó el inicio del calendario islámico, el cual a diferencia de nuestros años solares de 365 días (12 meses de 30 o 31 días, a excepción de febrero), los años son lunares (12 meses de 28 días). El liderazgo de Muhammad se organizó en forma de comunidad, la que unió a las tribus locales, tras varios años de guerra, los musulmanes conquistaron La Meca en 630, hecho que extendió su poder e incrementó su popularidad. Falleció en 632 luego de retornar en una peregrinación de La Meca a Medina.
Las Primeras Monedas Islámicas:
Moneda de tipo con el Califa de pie, Damasco, circa 636-672.
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La conquista islámica se extendió con una
velocidad vertiginosa, especialmente durante el califato de Omar, en que Siria
y Egipto fueron arrebatados a los bizantinos y se conquistó la mayor parte del
Imperio Persa Sasánida. Las monedas locales de dichos imperios: bizantinas como
el dinar de oro y el follis de bronce y la dracma sasánida de plata (llamada dírhem por los árabes) continuaron
siendo producidas en las diversas cecas sin cambios. Sin embargo, en el caso
del bronce se habilitan nuevas cecas: en Damasco (nueva capital del califato),
Hims, Halab, Aleppo, Tabariyah y Tiberiades. La moneda que ilustra esta página
se va a introducir bajo el califa omeya Abd
el Malik, con el estilo del Califa parado con una cruz modificada en el
reverso. Por su parte los dracmas serán acuñados sin cambios, aunque se le
agrega la leyenda bism-allah “en
nombre de Dios” en el anverso.
Califato Omeya
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El Califato
Omeya de Damasco (661-750):
Alí se encontró con una fuerte resistencia
durante su reinado, especialmente por parte de los grupos quraisíes de La Meca, encabezados por Muawiyah, jefe del clan
Omeya, enemigo del clan de los Hashemitas,
la familia de Alí, lo que llevó finalmente a su asesinato. Los Omeyas
establecieron su capital en Damasco e instituyeron el califato hereditario,
bajo este gobierno se produjo la conquista de Marruecos y la Península Ibérica
en Occidente llegando a la frontera con la India y China en Oriente, pero lo
más importante fue el establecimiento de los principios de la organización
administrativa del extenso imperio controlado por la Umma, la comunidad musulmana. Al acceder al poder Abd el-Malik
produjo varios cambios administrativos entre ellos la reforma monetaria en 696
para el oro y en 698 para la plata. Se afirma que el emperador bizantino
Justiniano II, quien adquiría papiro egipcio al califato, se manifestó ofendido
por el sello de impuestos de exportación que aplicaban los árabes a dicha
mercancía proclamando la fe de Muhammad como la única auténtica y acuñó
imágenes ofensivas para los árabes en las monedas de oro para pagar dichas
compras con el rostro de Jesús. En consecuencia Abd el-Malik consultó con los ulemas, quienes sugirieron que los
musulmanes debían tener sus propias monedas libres de imágenes; esta reforma
también incluyó una disminución en el peso de las mismas.
Moneda de oro de Justiniano II (685-695) |
Monedas de la época de Abd al Malik, Dirhem de plata. Ceca de
Damasco (701) |
El califato Abásida de Bagdad
(750-1258):
El creciente descontento de la
población ante la vida lujosa llevada por los califas omeyas llevó a una serie
de alzamientos, uno de los cuales, liderado por los descendientes de al-Abbas,
un tío del Profeta, llevó al derrocamiento del último califa omeya de Damasco,
y el establecimiento de una nueva dinastía, los Abásidas, quienes exterminaron
a los Omeyas, aunque un único descendiente, Abderramán, escapó a España
fundando el emirato independiente de Al-Ándalus, más tarde alzándose como
califato rival (el califato Omeya de Córdoba). Por su parte, los abásidas
construyeron su nueva capital a orillas del Tigris, Bagdad, “la Ciudad de la
Paz” (Medinat es-Salaam), uno de los
más poderosos califas fue Harún al-Rashid, quien inspiró la famosa obra Las mil y una noches, extendía sus
dominios desde Marruecos hasta la frontera con el Imperio Chino, sin embargo
cuando el imperio pasó a manos de sus hijos: al- Amín (809-813) y al-Mamun
(813-833), comenzó una decidida decadencia. Gradualmente, los gobernadores
provinciales devinieron más independientes, aunque hasta el siglo X reconocían
la preeminencia del califa como líder espiritual de los musulmanes,
generalmente enviándole al menos un tributo simbólico. Las monedas del Califato
Abásida se mantienen dentro de los parámetros metrológicos de la reforma de Abd
al-Malik, pero sufren algunos cambios tipológicos. Aunque, luego de la muerte
de al-Mamun, se introducen en los dinares dos leyendas, una sigue siendo el bismallah (en el nombre de Dios) y la otra es Corán,
Sura 30 vv. 3-4 “De Alá es el
mando desde antes y el después (de los tiempos) y ese día, los creyentes se regocijarán en la
Victoria de Alá”.
Dirhem de plata de la época de Harun al- Rashid (786-809) |
Península Ibérica y el Norte de África
Occidental (Omeyas de al-Ándalus. Reyes de Taifas):
La España Visigoda fue conquistada
casi en su totalidad por los Omeyas entre los años 711-713, como fue citado más
arriba, Abderramán (Abd-al-Rahman) huyó a España al caer la dinastía Omeya
donde fue recibido con beneplácito por la aristocracia árabe local
constituyendo un Emirato Omeya independiente de al-Ándalus, con capital en
Córdoba. Un sucesor suyo, Abd-al-Rahman III subido al trono en 912, se proclamó
en 929 Emir de los Creyentes (Califa) en abierto desafío al Califato Abásida,
abriendo una era de esplendor y poderío económico, militar y artístico, bajo su
gobierno y el de sus sucesores entre quienes se destaca el general Almanzor,
poderoso gran Visir del califato y virtual dictador militar se condujo la
Guerra Santa a toda la Península Ibérica, saqueando regiones tan lejanas como
Galicia. Sin embargo, al producirse su muerte el Califato entra en crisis produciéndose
una guerra civil que lo fracciona en un sinnúmero de pequeños estados conocidos
como Reinos de Taifas: Hamudíes de Málaga, Banu-Samudíes de Almería, Abadíes de
Sevilla, Ziridíes de Granada, Amiríes de Valencia, Jawahríes de Córdoba, etc.
El dírhem omeya español es virtualmente la única moneda circulante, similar al
del Califato Omeya central, agregándosele el nombre del Califa reinante.
El Imperio Almorávide
(1056-1147):
Los
Almorávides no eran una dinastía propiamente dicha, sino una secta o movimiento
religioso sunnita, originado en el SO. del Sahara, que imponía a sus fieles una
nueva ideología y un férreo entrenamiento militar. Bien pronto el aluvión
almorávide arrasó a las dinastías bereberes locales de Marruecos y Argelia y,
entrando en España, barrió el desorden
de los reyezuelos de Taifas haciendo retroceder al poder de la reconquista
cristiana. Esto se revierte en 1118 cuando Alfonso I de Aragón somete al
emirato vasallo de Zaragoza. La caída definitiva de los Almorávides deja
nuevamente abonado el terreno para el surgimiento de “Taifas”. Las monedas
Almorávides son de lo mejor, en términos estilísticos, artísticos y
metrológicos de toda la numismática islámica hispano-africana, por su hermosa
caligrafía, su factura perfecta y su peso regular.
El Imperio Almóhade
(1130-1269):
Al
igual que los Almorávides, los Almóhades eran un movimiento religioso-militar
fundamentalista, creado por el Mahdi
(guía) Muhammad ibn Tumart, un religioso ascético formado en las desolaciones
del Desierto del Sahara. En 1147 le arrebatan Marrakesh a los Almorávides,
lanzándose inmediatamente hacia la Península Ibérica. Este poderoso imperio
tenía dos capitales: Marrakesh en África y Sevilla en España, con una gran
fuerza, derrotó a las fuerzas cristianas en 1195. Sin embargo, en 1212 en la
batalla de Las Navas de Tolosa los reinos cristianos logran frenar el avance
musulmán, desde ese momento comienza el declive de este imperio que deberá
abandonar la Península veinte años más tarde. Perdurarán casi medio siglo aún
en Marruecos, hasta ser derrotados por los Meriníes. Las monedas almóhades son
exclusivamente de oro y plata, caracterizadas por un cuadrado central (símbolo
de los cuatro principios del movimiento Almóhade: Dios, Mahoma, el Corán y el
Mahdi), con leyendas exclusivamente religiosas.
Abu Yakub Yusuf ibn abd al-Mumin (1163-1184) Dinar de oro,
leyendas en cuadrado. |
Taifas Almóhades. El Imperio Meriní. El
fin del Islam en España:
Al derrumbe
del poder Almóhade siguió, tanto en la península como en el Magreb, el establecimiento
de varias dinastías locales. Háfsidás, en Túnez, Ziyánidas en Argelia, Meriníes
en Marruecos; los reinos de Granada, Murcia y Valencia en España. Al caer los
almóhades, los reinos cristianos de la península tardaron poco tiempo en
completar la reconquista; solo el pequeño y refinado reino de Granada, al ser
vasallo de Castilla, sobrevivió hasta su anexión por los Reyes Católicos en
1491. En el Magreb, los Meriníes terminaron con los restos del Imperio
Almóhade, estableciendo su capital en Fez. En 1329 los Meriníes conquistaban
temporalmente Algeciras a Castilla, pero no lograrán detener la reconquista,
pues la ciudad cae en manos cristianas en 1344. En 1465 los Watásidas,
bereberes del Sahara, arrebataron el poder a los Meriníes en Marruecos. Las
monedas de todas estas dinastías se basan mayormente en el modelo Almóhade,
tanto en su estilo como en su metrología, aunque, por supuesto reemplazando la
leyenda del movimiento Almóhade por otras. Estas dinastías mantienen el control
en África Occidental hasta mediados del Siglo XVI, cuando llega el poder del
Imperio Otomano.
Tres Dirhems de plata emitidos por la ceca de Isbililyah (Sevilla) con inscripciones religiosas del movimiento Almóhade. |
Las piezas citadas más arriba fueron sólo algunas emitidas en
siglos pasados con inscripciones religiosas islámicas, lo que sigue se refiere
a las acuñaciones realizadas por el EI (Estado Islámico), el cual es
considerado como un grupo insurgente jihadista-sunnita, autoproclamado califato
en amplios territorios de Irak y Siria en abril de 2013 como Estado Islámico de
Irak y el Levante. En noviembre de 2014, la Oficina de
la Casa de Finanzas del EI anunció que iba a fabricar monedas en oro, plata y
cobre para “sustituir el sistema de
cambio tiránico impuesto a los musulmanes y que ha llevado a su opresión”.
Bocetos de monedas aparecidos en 2014 |
Las monedas aparecidas en junio de
2015 por orden del califa Abu Bakr al Baghdadi, también llamadas Dinar van desde un valor de cinco
centavos hasta 700 dólares estadounidenses. Según se informó estas monedas
pronto se estarían utilizando en Siria. Esta emisión es parte de los esfuerzos
del EI, a fin de lograr la condición de Estado.
Mapa de Estado Islamico 24/5/2015 |
Lo que ha aparecido en las fotografías son las monedas de uno
y cinco dinares con la leyenda "un califato que sigue el modelo del profeta" Mahoma.
Moneda de un Dinar |
Moneda de 5 Dinares |
Autor:Ricardo Méndez Barozzi
BIBLIOGRAFÍA:
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California, 1993 pp. 3-4 y 6.
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Plant, R; Arabic coins and how to read them, Seaby, Londres, 1980, pp.32-33 y
37.
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http://www.rosarioplus.com/noticias/Las-claves-para-entender-al-Estado-Islamico---20150522-0021.html
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http://es.slideshare.net/algargos/la-edad-media-en-la-penisnula-iberica-mapas-historicos
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http://es.slideshare.net/algargos/la-edad-media-en-la-penisnula-iberica-mapas-historicos
Consultado el 06/08/2015.