Así lo estima el ingeniero civil y coleccionista de monedas Eugenio Abreu Menéndez quien tiene más de cincuenta años atesorando monedas antiguas entre las que destacan joyitas inestimables como las acuñadas en plata y elaboradas a mano en el siglo 17, así como monedas que por errores, accidentes o bien por fechas históricas son muy apreciadas.
El especialista en numismática -término que designa el estudio y coleccionismo de monedas y papel moneda emitido por una nación con el diseño oficial del país- presentó por primera vez su colección ante, nada menos, un público muy exigente pero consentidode la Librería de la
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), los niños que se dan cita en ese recinto todos los sábados.
Una rica colección de piezas que incluye monedas curiosas como las que se editaron en memoria de CríCrí el grillito cantor, y hasta la que se emitieron durante el sexenio de Foxismo, donde el mandatario sale rodeado de chiquillos y chiquillas.
El especialista ofreció un recorrido por las monedas pero también ilustró a los niños en las minucias de esa pasión que tiene mucho de historiador y hasta de juego, además –claro- de regalar monedas a los niños y de sortear dos pequeñas cajitas de madera para que los afortunados inicien su colección.
Agotado y sorprendido por lo que logró con los chavitos que lo acosaban con preguntas, los papás y mamás también se picaron con el tema y se unieron, al final de la charla el ingeniero ofreció una entrevista sobre sus monedas, sobre esa pasión que heredó de su padre cuando tenía 16 años.
“Realmente soy un poquito viejo, tengo 66 años, pero cincuenta de estar guardando monedas, una inquietud que me nació desde niño. Creo que es en la infancia y en la escuela dónde uno se crea ciertos buenos hábitos, por ejemplo, en la escuela siempre había algo que coleccionar como las famosas estampitas o las contraportadas de las cajitas de cerillos que tenían reproducciones de pintores famosos.
“Cuando tenía dieciséis años, recuerdo, descubrí que mi papá tenía una colección de monedas y un libro sobre el tema, eso influyó y orientó mi inquietud. A partir de esa fecha y con el paso de los años mantuve la costumbre de ir guardando monedas. La colección fue creciendo obviamente como crece la vida y cómo crecen los años. Así llegó un momento en que me pregunté: Y ahora qué hago con todo esto. Ahí fue donde nació mi coleccionismo serio”.
-¿La numismática se reduce a eso, a un mero coleccionismo?
-Ser un numismático o la numismática no consiste en tener un montón de monedas, sino de estudiarlas, ordenarlas y además, apreciarlas y quererlas porque llega a formar parte de tu vida. Durante estos cincuenta años ha sido mi alivio para el estrés, mi equilibrio de vida. El coleccionismo me ayudó para mi formación y por eso considero que hay que trasmitirlo a los niños.
Por primera vez, algo en algo ajeno a lo que yo me dedico, hubo la oportunidad de organizar esta primera plática sobre numismática para niños, nada fácil, porque con los niños es un doble reto. Pero me siento muy satisfecho por su interés pues antes de mí participación ya tenían dos horas con otras actividades. Creo que, si logramos prenderle la chispa a dos o tres me doy por satisfecho de haber influido en su vida futura. Creo que esta es de las mejores enseñanzas que puede tener un niño sobre todo ahora que están rodeados de noticas de problemas y violencia, y tienen pocas oportunidades de sonreír. Lo que hace esta Librería Universitaria es grandioso porque el mundo también tiene cosas buenas y de seguro va a influir en los futuros tabasqueños.
-Sin caer en nacionalismos presuntuosos, el arte de coleccionar monedas mexicanas nos confirma nuestra identidad y el amor al país.
-Definitivamente nos hace sentir orgullosos porque, la moneda mexicana es uno de los bienes privilegiados que tenemos, en el mundo es muy apreciada y las mejores colecciones de moneda mexicana están en otros países, coleccionistas estadounidenses las tienen como una inversión.
También les platicaba que la moneda mexicana durante 300 años sirvió de moneda en el mundo, en Asia y sobre todo en China, los chinos siguen comprando nuestras monedas antiguas. En cambio en México la gente, pues, está tan preocupada por subsistir en el día a día que no tiene ni tiempo ni dinero para hacer una colección pero ojalá esto se vaya haciendo un hábito en los nuevos tabasqueños que hoy vinieron aquí.
Claro que la moneda mexicana es un símbolo y un orgullo para los mexicanos, no solo es de gran utilidad, también nos identifica, es apreciada en todo el mundo, es un privilegio de gran valía. Ahora las debemos de atesorar y guardar en casa, disfrutarlas, enseñarlas, quererlas y mostrarlas.
-La moneda mexicana ha sido muy apreciada pero también recuerdo grandes crisis que la convirtieron en lentejas, incluso en los talleres estadounidenses se les compraba para usarlas como rondanas.
-Claro que recuerdo eso… en México se hizo la primera Casa de Moneda en 1535, y los estadounidenses tuvieron su casa de moneda doscientos cincuenta años después. Mientras existió el patrón oro y plata en la moneda circulante, la moneda mexicana tenía su valor comercial pero también su valor metálico que la convertía en un tesoro y, en efecto, en los años treinta y setenta se dieron dos crisis: en 1931 para el oro y en 1970 para la plata, lo que hizo que esos metales no se siguieran usando salvo en las monedas conmemorativas. Por eso se empezaron a utilizar aleaciones de otros metales, las crisis consecutivas, nos llenaron de monedas en metales que no eran muy finos y, algunas, fueron usadas como rondanas y para las maquinitas de refrescos. Sin embargo, a pesar de esas crisis, eso no hace secundario el hecho de que nuestra moneda siga siendo bella. Recientemente, la moneda conmemorativa del centenario de la Revolución fue catalogada como la moneda más bella del mundo en Australia. Es decir, nuestra moneda sigue siendo bella aunque no sea realizada en metales finos.
-A propósito de la belleza de las monedas, a muchos les preocupa la limpieza de las monedas.
-Uno cuando empieza en esto quisiera ver las monedas siempre pulcras, brillantes como si fueran nuevas. Efectivamente, la moneda tiene su valor mientras esté en buenas condiciones, lo que tiene que hacer el coleccionistas es guardarlas debidamente en los estuches que se venden y son baratos. Pero con las monedas más viejas lo ideal es dejarlas tal como están, no limpiarlas con nada porque se le hace daño. Conforme pasa el tiempo la moneda va agarrando una pátina que la hace vieja y la hace bella. En cambio para la mugre solo se usa agua, jabón, un cepillo suave y un pañito, nadamás.
"Tabasco no tiene coleccionador"
El ingeniero civil y numismático Eugenio Abreu Menéndez nació en 1945, un año que para él es muy afortunado porque fue cuando se acuñó por última vez el peso 07 20, un serie que había iniciado veinte años atrás.
Es campechano –de Palizada- por nacimiento y tabasqueño por casamiento, de hecho su formación la inició en el vetusto Instituto Juárez, fue fundador y miembro de la primera generación que salió de la Ciudad Universitaria de la UJAT.
Señala que en Tabasco no hay un grupo de coleccionistas de monedas por eso invitaba a los niños a coleccionar y formar un grupo que él podría asesorar, dado su experiencia en el tema. La charla y luego entrevista terminó con las siguientes preguntas:
-¿Cuántas monedas hay en México?
-Es difícil cuantificar eso, considerando todos los tipos y los años, deben de haber alrededor de 4 o 5 mil monedas diferentes. No es un dato exacto, son cálculos personales.
-¿Cuántas monedas tiene usted en su colección?
-De ese monto, cuando se tiene un acervo de entre 15 o 20 por ciento, se dice que es una magnífica colección. Sin presumir, yo tengo un 40 por ciento de las monedas que hay en México. Estamos hablando de una colección representativa de casi cinco siglos porque la Casa de Moneda Mexicana tiene 476 años de estarlas fabricando. Son muchas y no son fáciles de conseguir. Del siglo 20 es fácil, pero conforme te alejas, del siglo 19, 18 o 17, se hace cada vez más difícil.
-Eso lo convierte en una colección muy apreciable.
-Creo y me siento satisfecho con la colección que tengo.
-La moneda es símbolo de poder y pobreza.
-Yo lo que menos consideroes la inversión, no soy un hombre con exceso de economía, son años de esfuerzo y de vida. Veo las monedas y la numismática como un estilo de vida, una manera de amar a mi país y de ser un buen ciudadano. A mí me equilibra como persona y eso tiene muchísimo más valor que lo económico.
-¿La moneda más antigua de su colección?
-Una de ocho reales, hecha a mano, de 1653.
-¿Su moneda más rara?
-Son varias, no por rara sino por escasas son: una de la época colonial, el primer peso mexicano que sale como tal en la época de Maximiliano, tengo el peso caballito de 14, y una moneda del siglo 20 que es el peso del 49, una pieza muy rara que me hice de ella hace unos 20 años, y es una de mis consentidas.
-¿En caso de una inundación diluviana en Tabasco, esa sería la que salvaría?
-Posiblemente, aunque en Tabasco tenemos una técnica modernísima de salvamento que son las costalerías (risas), en el caso de una crisis, a lo último que llegaría sería a mis monedas.
-¿Es un coleccionismo caro?
-Tan caro o tan barato como uno quiera. Uno puede empezar con las monedas que circulan, buscar en los clásicos tesoros de los abuelitos, eso no es caro. Puede uno tener una colección de monedas mexicanas de 300 o 400 con unos 10 mil pesos, eso no es caro. Si uno se mete a fondo y empieza a ir por las piezas escasas, por el coleccionismo completo de una edición eso sí es caro: una sola moneda puede costar hasta 40 mil pesos. Pero cualquier persona puede ser coleccionistas sin caer en lo caro, mucha veces es más caro ir al cine o invitar a un antro -¿así se dice?- a la novia.
Una rica colección de piezas que incluye monedas curiosas como las que se editaron en memoria de CríCrí el grillito cantor, y hasta la que se emitieron durante el sexenio de Foxismo, donde el mandatario sale rodeado de chiquillos y chiquillas.
El especialista ofreció un recorrido por las monedas pero también ilustró a los niños en las minucias de esa pasión que tiene mucho de historiador y hasta de juego, además –claro- de regalar monedas a los niños y de sortear dos pequeñas cajitas de madera para que los afortunados inicien su colección.
Agotado y sorprendido por lo que logró con los chavitos que lo acosaban con preguntas, los papás y mamás también se picaron con el tema y se unieron, al final de la charla el ingeniero ofreció una entrevista sobre sus monedas, sobre esa pasión que heredó de su padre cuando tenía 16 años.
“Realmente soy un poquito viejo, tengo 66 años, pero cincuenta de estar guardando monedas, una inquietud que me nació desde niño. Creo que es en la infancia y en la escuela dónde uno se crea ciertos buenos hábitos, por ejemplo, en la escuela siempre había algo que coleccionar como las famosas estampitas o las contraportadas de las cajitas de cerillos que tenían reproducciones de pintores famosos.
“Cuando tenía dieciséis años, recuerdo, descubrí que mi papá tenía una colección de monedas y un libro sobre el tema, eso influyó y orientó mi inquietud. A partir de esa fecha y con el paso de los años mantuve la costumbre de ir guardando monedas. La colección fue creciendo obviamente como crece la vida y cómo crecen los años. Así llegó un momento en que me pregunté: Y ahora qué hago con todo esto. Ahí fue donde nació mi coleccionismo serio”.
-¿La numismática se reduce a eso, a un mero coleccionismo?
-Ser un numismático o la numismática no consiste en tener un montón de monedas, sino de estudiarlas, ordenarlas y además, apreciarlas y quererlas porque llega a formar parte de tu vida. Durante estos cincuenta años ha sido mi alivio para el estrés, mi equilibrio de vida. El coleccionismo me ayudó para mi formación y por eso considero que hay que trasmitirlo a los niños.
Por primera vez, algo en algo ajeno a lo que yo me dedico, hubo la oportunidad de organizar esta primera plática sobre numismática para niños, nada fácil, porque con los niños es un doble reto. Pero me siento muy satisfecho por su interés pues antes de mí participación ya tenían dos horas con otras actividades. Creo que, si logramos prenderle la chispa a dos o tres me doy por satisfecho de haber influido en su vida futura. Creo que esta es de las mejores enseñanzas que puede tener un niño sobre todo ahora que están rodeados de noticas de problemas y violencia, y tienen pocas oportunidades de sonreír. Lo que hace esta Librería Universitaria es grandioso porque el mundo también tiene cosas buenas y de seguro va a influir en los futuros tabasqueños.
-Sin caer en nacionalismos presuntuosos, el arte de coleccionar monedas mexicanas nos confirma nuestra identidad y el amor al país.
-Definitivamente nos hace sentir orgullosos porque, la moneda mexicana es uno de los bienes privilegiados que tenemos, en el mundo es muy apreciada y las mejores colecciones de moneda mexicana están en otros países, coleccionistas estadounidenses las tienen como una inversión.
También les platicaba que la moneda mexicana durante 300 años sirvió de moneda en el mundo, en Asia y sobre todo en China, los chinos siguen comprando nuestras monedas antiguas. En cambio en México la gente, pues, está tan preocupada por subsistir en el día a día que no tiene ni tiempo ni dinero para hacer una colección pero ojalá esto se vaya haciendo un hábito en los nuevos tabasqueños que hoy vinieron aquí.
Claro que la moneda mexicana es un símbolo y un orgullo para los mexicanos, no solo es de gran utilidad, también nos identifica, es apreciada en todo el mundo, es un privilegio de gran valía. Ahora las debemos de atesorar y guardar en casa, disfrutarlas, enseñarlas, quererlas y mostrarlas.
-La moneda mexicana ha sido muy apreciada pero también recuerdo grandes crisis que la convirtieron en lentejas, incluso en los talleres estadounidenses se les compraba para usarlas como rondanas.
-Claro que recuerdo eso… en México se hizo la primera Casa de Moneda en 1535, y los estadounidenses tuvieron su casa de moneda doscientos cincuenta años después. Mientras existió el patrón oro y plata en la moneda circulante, la moneda mexicana tenía su valor comercial pero también su valor metálico que la convertía en un tesoro y, en efecto, en los años treinta y setenta se dieron dos crisis: en 1931 para el oro y en 1970 para la plata, lo que hizo que esos metales no se siguieran usando salvo en las monedas conmemorativas. Por eso se empezaron a utilizar aleaciones de otros metales, las crisis consecutivas, nos llenaron de monedas en metales que no eran muy finos y, algunas, fueron usadas como rondanas y para las maquinitas de refrescos. Sin embargo, a pesar de esas crisis, eso no hace secundario el hecho de que nuestra moneda siga siendo bella. Recientemente, la moneda conmemorativa del centenario de la Revolución fue catalogada como la moneda más bella del mundo en Australia. Es decir, nuestra moneda sigue siendo bella aunque no sea realizada en metales finos.
-A propósito de la belleza de las monedas, a muchos les preocupa la limpieza de las monedas.
-Uno cuando empieza en esto quisiera ver las monedas siempre pulcras, brillantes como si fueran nuevas. Efectivamente, la moneda tiene su valor mientras esté en buenas condiciones, lo que tiene que hacer el coleccionistas es guardarlas debidamente en los estuches que se venden y son baratos. Pero con las monedas más viejas lo ideal es dejarlas tal como están, no limpiarlas con nada porque se le hace daño. Conforme pasa el tiempo la moneda va agarrando una pátina que la hace vieja y la hace bella. En cambio para la mugre solo se usa agua, jabón, un cepillo suave y un pañito, nadamás.
"Tabasco no tiene coleccionador"
El ingeniero civil y numismático Eugenio Abreu Menéndez nació en 1945, un año que para él es muy afortunado porque fue cuando se acuñó por última vez el peso 07 20, un serie que había iniciado veinte años atrás.
Es campechano –de Palizada- por nacimiento y tabasqueño por casamiento, de hecho su formación la inició en el vetusto Instituto Juárez, fue fundador y miembro de la primera generación que salió de la Ciudad Universitaria de la UJAT.
Señala que en Tabasco no hay un grupo de coleccionistas de monedas por eso invitaba a los niños a coleccionar y formar un grupo que él podría asesorar, dado su experiencia en el tema. La charla y luego entrevista terminó con las siguientes preguntas:
-¿Cuántas monedas hay en México?
-Es difícil cuantificar eso, considerando todos los tipos y los años, deben de haber alrededor de 4 o 5 mil monedas diferentes. No es un dato exacto, son cálculos personales.
-¿Cuántas monedas tiene usted en su colección?
-De ese monto, cuando se tiene un acervo de entre 15 o 20 por ciento, se dice que es una magnífica colección. Sin presumir, yo tengo un 40 por ciento de las monedas que hay en México. Estamos hablando de una colección representativa de casi cinco siglos porque la Casa de Moneda Mexicana tiene 476 años de estarlas fabricando. Son muchas y no son fáciles de conseguir. Del siglo 20 es fácil, pero conforme te alejas, del siglo 19, 18 o 17, se hace cada vez más difícil.
-Eso lo convierte en una colección muy apreciable.
-Creo y me siento satisfecho con la colección que tengo.
-La moneda es símbolo de poder y pobreza.
-Yo lo que menos consideroes la inversión, no soy un hombre con exceso de economía, son años de esfuerzo y de vida. Veo las monedas y la numismática como un estilo de vida, una manera de amar a mi país y de ser un buen ciudadano. A mí me equilibra como persona y eso tiene muchísimo más valor que lo económico.
-¿La moneda más antigua de su colección?
-Una de ocho reales, hecha a mano, de 1653.
-¿Su moneda más rara?
-Son varias, no por rara sino por escasas son: una de la época colonial, el primer peso mexicano que sale como tal en la época de Maximiliano, tengo el peso caballito de 14, y una moneda del siglo 20 que es el peso del 49, una pieza muy rara que me hice de ella hace unos 20 años, y es una de mis consentidas.
-¿En caso de una inundación diluviana en Tabasco, esa sería la que salvaría?
-Posiblemente, aunque en Tabasco tenemos una técnica modernísima de salvamento que son las costalerías (risas), en el caso de una crisis, a lo último que llegaría sería a mis monedas.
-¿Es un coleccionismo caro?
-Tan caro o tan barato como uno quiera. Uno puede empezar con las monedas que circulan, buscar en los clásicos tesoros de los abuelitos, eso no es caro. Puede uno tener una colección de monedas mexicanas de 300 o 400 con unos 10 mil pesos, eso no es caro. Si uno se mete a fondo y empieza a ir por las piezas escasas, por el coleccionismo completo de una edición eso sí es caro: una sola moneda puede costar hasta 40 mil pesos. Pero cualquier persona puede ser coleccionistas sin caer en lo caro, mucha veces es más caro ir al cine o invitar a un antro -¿así se dice?- a la novia.
Fuente:impreso.milenio.com
Villahermosa
Juan de Jesús López.
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1 comentario:
tengo 6 billetes antiguos del año 1981 de 50 pesos y 4 billetes de 100 pesos en perfecto estado. quiero venderlos. interesados comunicarse al numero 9171199901 con ronaldo hernandez
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