Durante un foro que se realizó en el Congreso para socializar los alcances de la iniciativa, los senadores Antonio Guerra y Juan Mario Laserna, ponentes de la iniciativa, invitaron a gremios como Asobancaria y la Confederación Colombiana de Consumidores a hacer sus aportes frente al proyecto de Ley 34 de 2010, según el cual ‘Se modifica la denominación de la moneda legal colombiana, en desarrollo del numeral 13 del artículo 150 de la Constitución Nacional’.
Para el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, Colombia pasa por un momento de solidez económica que culminaría en un proceso de transformación de una nueva moneda para el país.
Hace 10 años yo mismo me opuse a esta idea porque la inflación era de 16 por ciento. Hoy es del tres por ciento y lleva así tres años, por lo que puedo decir que tengo hoy la autoridad moral para apoyarlo”, explicó.
Y agregó que así se facilitaría la contabilidad del sector público y privado, en especial en la elaboración de presupuestos.
El cambio de moneda costaría 187.000 millones de pesos, según datos del año pasado.
Pero ese cambio se haría de forma gradual y no implicaría sobrecostos para el Banco de la República, ya que, de todas formas, los billetes, al pasar de mano en mano se desgastan y es necesario reemplazarlos por nuevos, señaló el gerente del Emisor, José Darío Uribe.
Además, de ser aprobada la iniciativa, se requerirán 30.000 millones de pesos para una campaña educativa, que se aprovechará para enfatizar a los colombianos sobre la importancia de mantener una inflación baja y controlada.
Por su parte, los consumidores también respaldan la propuesta, según señaló Ariel Armel, presidente de la Confederación Colombiana de Consumidores, así se acabaría con la práctica del redondeo, la cual rechazó de forma categórica y la calificó de ‘extorsión’ por parte de comercios que la emplean al no devolver el cambio completo a sus clientes.
Los bancos se unieron a la iniciativa, aunque pidieron que se les expliquen los costos para el sistema, en especial para la expedición de billetes y monedas en cajeros automáticos.
“Con esas precisiones no tenemos mayor reparo a esta medida”, indicó Marta Lasprilla, vicepresidente de Ahorro y Vivienda de Asobancaria.
De otro lado, el representante de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) Francisco Martel, rechazó el proyecto.
Dijo que costaría un cuarto de billón de pesos reemplazar los billetes y monedas, dinero que podría ser usado para mejorar la educación superior o atender a los damnificados por la crisis invernal.
“En opinión de la CUT, son más los costos que los beneficios. Ese dinero que usaría el Banco de la República es plata de los colombianos que podría ser usado mejor”, señaló.
El senador Guerra cree que el ambiente en el Congreso es propicio para sacar la iniciativa adelante y que todo apunta a que este año se convertiría en realidad, a falta de un debate en el Senado y dos adicionales en la Cámara de Representantes.
Sale el billete de 1.000
El gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, anunció que saldrá de circulación el billete de 1.000 pesos, el cual será reemplazado por una moneda.
Esto, porque dicho papel necesita ser reemplazado con mucha frecuencia y demanda el mayor recurso por parte de la imprenta de billetes del Emisor.
El banco central tiene listos los prediseños de la próxima moneda de 1.000 pesos, en caso que el proyecto no salga adelante, o de un nuevo peso, en caso que la iniciativa prospere en el Congreso y se convierta en Ley de la República.
Según José Darío Uribe, todo está listo para reemplazar las monedas actuales por unas más pequeñas y baratas de las que existen actualmente.
Solo resta por definir qué pasará con el proyecto de ‘quitarle ceros a la economía’, para saber si se emiten unas de nueva denominación en centavos o se mantiene la actual.
Fuente:portafolio.com
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