En junio, la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal dio a conocer su informe anual sobre el programa de monedas de $ 1. El informe encontró que debido a que pocas personas desean o el uso de las monedas, su demanda es muy baja. A día de hoy, los cajeros en algunas tiendas de venta al por menor aún no se dan cuenta de las monedas son de curso legal, y porque las empresas tienen el derecho de no aceptar ciertas formas de pago tales como sacos de monedas de un centavo, algunos ni siquiera aceptan las monedas. Y las máquinas expendedoras y los parquímetros en su mayor parte todavía no ha sido actualizado para aceptar monedas de un dólar. Además, la mayoría de la gente las guarda, si las reciben en cambio, lo que ocurre muy pocas veces. Como resultado, $ 1.25 mil millones del valor de las monedas están en las bóvedas de la Reserva Federal y en base a las proyecciones actuales, para el final del programa habrá más de $ 2 mil millones de monedas no deseados.
El costo de almacenamiento de todas las monedas es un montón de dinero más allá de los 32 centavos que cuesta producir cada moneda. De acuerdo con un informe reciente de ABC News, el ritmo al que las monedas están hechas significa que la Casa de la Moneda gasta $ 600.000 por día, sólo en la acuñación. Otro 650.000 dólares se han gastado para construir una planta en Dallas, Texas para guardar las monedas, y el envío allí de la Reserva Federal de instalaciones en Baltimore, Maryland y en otros lugares se estima que costará otros US $ 3 millones.
Hay un creciente sentimiento en el Congreso para poner fin a los programas de monedas de dólar debido a la opinión sostenida por muchos miembros del Congreso que es un derroche de dinero de los contribuyentes.
La representante Carolyn Maloney de Nueva York, quien patrocinó la ley que creó las monedas presidenciales, ahora dice que la Casa de la Moneda y el Tesoro tiene mal manejo de sus inventarios.
Pero un punto crítico es casi siempre pasado por alto por quienes se preocupan por los costos involucrados en estos programas, y es que no hay dinero de los contribuyentes que se utilice para financiar la Moneda de los EE.UU.
Incluso la producción de monedas en circulación se financia estrictamente a través del señoreaje, o la diferencia entre el valor nominal de una moneda y el costo de hacerlo. A pesar de que es parte del gobierno federal, la Casa de Moneda en realidad es un fondo de empresas públicas que no recibe créditos anuales.
Las monedas presidenciales no son aún populares entre los coleccionistas. Muchos consideran que sus diseños son bastante aburridos, y antes de su publicación muchos coleccionistas proclamaba con orgullo que no perdería su tiempo o dinero en coleccionarlas. Incluso las versiones de colección, hecha para la prueba y fuera de circulación y sets de monedas, no les ha ido muy bien en el mercado secundario.
Cuando la moneda para el presidente Abraham Lincoln fue emitida el año pasado, algunas personas, incluyéndome a mí, pensó que podría hacerlo bien, como las conmemorativas de plata lo hicieron. Pero los dólares Lincoln presidencial no tuvieron un efecto especial.
Las monedas conmemorativas de 2 euros emitidos por los países de la zona euro ofrecen un contraste interesante con la monedas de un dólar presidencial, que son aproximadamente del mismo tamaño. Cada país de la eurozona emite monedas 2 euros, que tienen un lado específico de cada país y un revés compartido por todos los países, sino que también emiten monedas conmemorativas en circulación de la misma denominación en números más limitados. Estas monedas son populares entre los coleccionistas en Europa y en todo el mundo, en parte debido a las acuñaciones bajas, sino también porque tienen diseños interesantes que recuerdan a una gran variedad de personas, eventos y temas.
En cuanto a las monedas de dólar de Estado Unidos. que circulan, casi todos coinciden en que sólo hay una manera de llegar a que los estadounidenses las usen, y que es acabar con el dólar de papel. Al hacerlo, también se ahorraría una gran cantidad de dinero, ya que las monedas de dólar, como moneda de circulación, tiene una duración de décadas, mientras que las facturas en papel tienen una vida útil mucho más corta. Muchas personas se muestran reacios a renunciar a su papel moneda, ya que no quieren llevar monedas de un dólar, pero a menos que tengas un montón de ellos en su bolsillo no son realmente tan pesadas. Su peso es aproximadamente la misma cantidad como un cuarto, y la mayoría no tienen ningún problema en llevar monedas en los bolsillos o monederos.
Mientras tanto, la Casa de la Moneda está trabajando con la Reserva Federal y al Congreso a reducir el número de monedas de un dólar. En parte, esto se llevará a cabo por los cambios en los requisitos legislativos que en la actualidad significa que los bancos deben ordenar los temas nuevos de la serie de bancos de la Reserva Federal durante un período de introducción obligatoria. Cuando se ha finalizado ese período, las instituciones financieras terminan vuelva a depositar el 40% de las monedas. Además, otros mandatos prestación que el 20% de todas las monedas de un dólar debe ser de nativos estadounidenses, que tienen un diseño mayoría de la gente encuentra atractivo. Esos dólares son distribuidos a través de dos canales principales a través de la Casa de la Moneda. Uno de ellos es el programa de envío directo, que permite a las personas un pedido de $ 250 o más de las monedas a su valor nominal, sin gastos de envío para aumentar el número en circulación. La otra es las ventas minoristas Casa de la Moneda de los rollos de las monedas para coleccionistas con una prima sustancial. Aunque el programa de envío directo incluye un requisito que no se vuelve a depositar las monedas en los bancos, alrededor del 60% de las monedas terminan siendo depositados de nuevo de todos modos.
Las monedas conmemorativas de 2 euros emitidos por los países de la zona euro ofrecen un contraste interesante con la monedas de un dólar presidencial, que son aproximadamente del mismo tamaño. Cada país de la eurozona emite monedas 2 euros, que tienen un lado específico de cada país y un revés compartido por todos los países, sino que también emiten monedas conmemorativas en circulación de la misma denominación en números más limitados. Estas monedas son populares entre los coleccionistas en Europa y en todo el mundo, en parte debido a las acuñaciones bajas, sino también porque tienen diseños interesantes que recuerdan a una gran variedad de personas, eventos y temas.
En cuanto a las monedas de dólar de Estado Unidos. que circulan, casi todos coinciden en que sólo hay una manera de llegar a que los estadounidenses las usen, y que es acabar con el dólar de papel. Al hacerlo, también se ahorraría una gran cantidad de dinero, ya que las monedas de dólar, como moneda de circulación, tiene una duración de décadas, mientras que las facturas en papel tienen una vida útil mucho más corta. Muchas personas se muestran reacios a renunciar a su papel moneda, ya que no quieren llevar monedas de un dólar, pero a menos que tengas un montón de ellos en su bolsillo no son realmente tan pesadas. Su peso es aproximadamente la misma cantidad como un cuarto, y la mayoría no tienen ningún problema en llevar monedas en los bolsillos o monederos.
Mientras tanto, la Casa de la Moneda está trabajando con la Reserva Federal y al Congreso a reducir el número de monedas de un dólar. En parte, esto se llevará a cabo por los cambios en los requisitos legislativos que en la actualidad significa que los bancos deben ordenar los temas nuevos de la serie de bancos de la Reserva Federal durante un período de introducción obligatoria. Cuando se ha finalizado ese período, las instituciones financieras terminan vuelva a depositar el 40% de las monedas. Además, otros mandatos prestación que el 20% de todas las monedas de un dólar debe ser de nativos estadounidenses, que tienen un diseño mayoría de la gente encuentra atractivo. Esos dólares son distribuidos a través de dos canales principales a través de la Casa de la Moneda. Uno de ellos es el programa de envío directo, que permite a las personas un pedido de $ 250 o más de las monedas a su valor nominal, sin gastos de envío para aumentar el número en circulación. La otra es las ventas minoristas Casa de la Moneda de los rollos de las monedas para coleccionistas con una prima sustancial. Aunque el programa de envío directo incluye un requisito que no se vuelve a depositar las monedas en los bancos, alrededor del 60% de las monedas terminan siendo depositados de nuevo de todos modos.
El informe de la Reserva Federal sugiere acabar tanto con el período de introducción de monedas de un dólar presidencial y el requisito de 20% para los nativos de dólares estadounidenses. Si ambos puestos en práctica, el exceso de oferta de monedas de un dólar debería reducirse considerablemente.
Pero aún hay posibles cambios radicales en el horizonte. El representante Jackie Speier de California actualmente está circulando un carta, que recomienda que los EE.UU. no produzcan ningúna monedas de un dólar. Ella planea introducir una legislación pronto pidiendo el cese inmediato de todos los programas de moneda de un dólar. Dado que la legislación de 2005 que creó los dólares presidenciales también creó el programa de monedas de oro de las Primeras Damas, algunos han especulado que esa serie también terminaría, si el proyecto se convirtiera en ley. Pero no está del todo claro que el proyecto obtendrá el apoyo suficiente para pasar, o que necesariamente pondría fin al programa.
Además, apenas solo hay un pequeño exceso de oferta de monedas de oro de las Primeras Damas y los dólares de nativos americanos son relativamente populares entre los coleccionistas. Los miembros del Congreso parecen no darse cuenta de que la Casa de la Moneda es una entidad auto-financiada, y que están criticando la Casa de la Moneda para seguir sus mandatos legislativos. Creo que un enfoque mucho mejor que terminar la producción de monedas de un dólar sería la de reducir drásticamente el número de hecho, tal vez sólo lo suficiente para la acuñación de moneda fija anual, y / o eliminar los billetes de dólar. Y la próxima vez que oiga a alguien hablar de cómo se pierde tanto dinero haciendo y almacenando monedas de un dólar les recordaremos que nada de eso es dinero de los contribuyentes.
Autor: Louis Golino
Fuente:coinweek.com
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