Moneda de la Virgen de la Cueva

El domingo, con el ejemplar del Diario La Nueva España y 2,95 euros, se podrá conseguir la siguiente moneda conmemorativa de la colección de las Vírgenes y santuarios de Asturias. En este caso le toca el turno a la Virgen de la Cueva. La semana pasa fue el turno de La Virgen de Lugo

Una cueva natural, dentro de un bello marco paisajístico, sirve de cobijo a Nuestra Señora de la Cueva, cuya imagen, cubierta con un antiguo manto bordado, es una talla de cedro, policromada, del siglo XVIII de unos 45 centímetros. Lleva corona de plata procedente del monasterio de Silos. Ha sido restaurada en 1985 por Juan José García Castañedo. Tiene grabada en el pecho una «V», que algunos interpretan como la inicial del escultor Villanueva. El santuario dista 45 kilómetros de Oviedo, situado en Ques, a la salida de Infiesto y en dirección a Campo de Caso.

Con motivo del «Festival de la avellana» en Infiesto, el domingo anterior al 15 de octubre, fiesta de Santa Teresa, el municipio piloñés rinde un nuevo homenaje a la Virgen de la Cueva ofreciéndole las primicias de la cosecha.

El origen del santuario se pierde en el pasado. Con todo, poseemos algunos datos ciertos. En el año 1534 existía una capilla, probablemente dedicada a la Virgen. Este mismo edificio se conservaba en el siglo XIX, pero destinado al culto de San José. Al comienzo del siglo XX había en la ermita una imagen de San José y a sus lados la de Santa Lucía y Santa Apolonia. La Guerra Civil la destruyó. Un vecino de Bierces fundó en 1577 un hospitalillo para auxiliar a los peregrinos y romeros de Santiago, Covadonga y Oviedo. Fue adosado a la capilla de San José y tenía su entrada por la parte trasera.
En el año 1706, don Alonso de Ribero y Posada funda una capilla en honor de Nuestra Señora del Carmen en la cueva de Ques. Al morir sin descendientes, la propiedad pasa a manos de la mayorazga de Roces, que desatiende la ermita, haciéndose necesaria la venta de derechos. Cuando al finalizar el siglo XVIII se produce un incendio en la cueva de Nuestra Señora de Covadonga, se decidió llevar a la cueva de Ques una talla con la Virgen y el Niño. Por algún tiempo floreció el culto a Nuestra Señora de la Cueva, pero el paso del tiempo volvió a pasar factura y se desatendió, otra vez, el templo.

A principios del siglo XX se iniciaron de nuevo las obras de adecentamiento, bajo la dirección de don Ramón Martínez, quien hubo de ingeniárselas para desprender una losa de más de veinte toneladas que amenazaba caerse de la techumbre.

La festividad de Nuestra Señora de la Cueva, muy concurrida, tiene lugar el 8 de septiembre, precedida de novena.
Fuente:lne.es

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