El diario Bild habla hoy a toda plana de supuestos "cómplices en el Bundesbank", extremo desmentido por la Fiscalía alemana a este periódico. Sobre la procedencia asiática de la estafa, los fiscales de Fráncfort consideran que "es de sospechar", porque "de los seis detenidos, cuatro son chinos". Tienen entre 28 y 45 años.
Era un negocio redondo como las propias monedas. Una vez se consideran demasiado usadas, estas se inutilizan y se subastan en Europa como chatarra para el reaprovechamiento del metal. Los falsos monederos las compraban a peso, pagando por cada moneda sólo el valor intrínseco del metal, obviamente mucho menor que su antiguo valor nominativo de uno o dos euros. En China les devolvían el valor nominativo arreglándolas una por una.
Las azafatas las devolvían a Europa en su equipaje de mano en cantidades de menos de 10.000 euros, para evitar tener que declararlas en la aduana. Que el negocio ilegal marchaba viento en popa quedó demostrado con las tres toneladas de chatarra numismática que encontró ayer la policía en sus registros en Fráncfort, Offenbach, Fulda y Mörfelden-Walldorf.
Fuente:elpais.com
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