Jaime Paz Molina: ‘Las monedas de Ourense son únicas’

‘Es una pena que la administración pública no puje por monedas que no volveremos a ver’, apunta Jaime Paz tras una subasta de piezas visigodas únicas de la provincia.
Una sala de subastas numismáticas de Barcelona sacaba a la luz pública la semana pasada tres ‘tremis’, monedas de oro romanas creadas en el siglo IV que posteriormente utilizarían los visigodos, clasificados con un grado de rareza 8 y 9 sobre 10 acuñados en la provincia durante los siglos VI y VII. Unos ejemplares casi únicos llegados desde Estados Unidos de los que el investigador y escritor numismático Jaime Paz Molina, uno de los herederos de la colección numismática del museo de Lobios, cuenta su historia.
¿Cómo llegan unas piezas ourensanas a Barcelona?
Las monedas ourensanas formaban parte de una colección denominada ‘Caballero de las Yndias’, compuesta por 2.200 ejemplares de monedas de oro españolas y de sus colonias e imperios desde la era visigótica hasta ahora. Una colección que estaba en Estados Unidos y que ha salido a la luz a través de una subasta con importantes piezas de la provincia acuñadas durante los siglos VI y VII.
¿Qué piezas eran?
Un tremis de oro del Rey Recaredo I, que ejerció su reinado entre 586 y 601, acuñado en Georres (actual Valdeorras) y otros dos tremis, también de oro, acuñados en Fraucello (Ourense) por Witerico (603-609) y Suinthila (621-631).
¿Por qué son tan importantes estos tremis?
Son piezas únicas. Monedas visigodas clasificadas con un grado de rareza de 8, 8 y 9 sobre 10, respectivamente, en función de la dificultad de conseguirlas en el mercado numismático. Debe tenerse en cuenta que el grado de rareza esta siempre relacionado con las monedas del mismo tipo.
¿A cuánto asciende su valor en el mercado?
Depende. En este caso, las monedas han salido a subasta con un precio inicial de entre 1.500 y 3.000 euros y, quien finalmente se las ha quedado ha pagado por ellas entre 9.000 y 10.500 euros cada moneda.
¿Se puede seguir la trayectoria de estas piezas?
En este caso, sabemos que las monedas vienen de un coleccionista de Estados Unidos, pero poco más porque fueron adjudicados en la subasta a través del teléfono para mantener el anonimato del comprador. No por esconder quien se lleva la moneda, que al final siempre se sabe, sino por una cuestión económica de que si estas en sala, y ves quién puja, sabes más o menos hasta dónde está dispuesto a pagar la otra persona. Por el contrario, si se hace telefónicamente, desconoces su identidad y su capital. Es una pena que las administraciones públicas, bien sea la Xunta de Galicia o las diputaciones provinciales, no pujen por ellas porque estamos hablando de un patrimonio gallego que posiblemente no volveremos a ver jamás.
¿Existen muchas piezas acuñadas en la provincia?
Los tremis de Ourense son piezas muy valiosas porque son rarísimos y muy difíciles de conseguir. Se acuñaron muy pocos porque estuvieron poco tiempo y la ‘ceca’ (casa donde antiguamente se labraba la moneda) era muy pequeñita. La provincia cuenta con una historia numismática muy importante y también, porqué no decirlo, con un museo numismático en Lobios que contiene una gran variedad de monedas comprendidas desde el siglo IV a.C. hasta la actualidad. El museo se creó en el año 1993 con la donación de mi padre, Jaime Paz Bernardo, así como con las aportaciones de coleccionistas y profesionales de toda España, Francia, Portugal, Inglaterra o Iraq.
¿Hay interés por la numismática en la provincia?
Existe una gran afición a la numismática, aunque también es verdad que las monedas son carísimas y no todo el mundo tiene el poder adquisitivo necesario para pujar por ellas.

Fuente:www.laregion.es

No hay comentarios: