La moneda mal querida de México

No es de oro, ni le cae bien a todos. Desde su puesta en circulación el pasado 7 de agosto de 2009, la nueva moneda de 50 centavos ha metido en complicaciones a más de uno por su tamaño, parecido con otras de menor denominación, y dificultad de manejo en pagos en cajeros automáticos como los que se encuentran en los estacionamientos.

“El ahorro en la fabricación de esta moneda, de acero inoxidable, permitiría un ahorro de hasta 300 millones de pesos anuales en costos de producción y de materia prima, así como en la disminución de consumo de energía”, según, Manuel Galán, director general del Banco de México (Banxico).

El funcionario consideró que el uso de la moneda es menos falsificable y tiene un mayor tiempo de utilización.

Explicó que anualmente la banca en México le solicita una importante cantidad de monedas de diez centavos, la cual es la de mayor emisión, pero que se estima que se ponen a disposición más de cinco millones de pesos en este tipo de “cambio”.

Anteriormente, esta divisa era acuñada en bronce, aluminio y níquel, lo que le daba un color amarillo.

Sus grabados eran glifos prehispánicos estilizados, tomados de la Piedra del Sol o calendario Azteca.

Si bien los “tostones”, como se le llama de forma coloquial, no cambiaron su diseño, la moneda pasó a tener un color plateado y de una forma polígonal de 12 lados a una circular de apenas 1.7 centímetros de diámetro, cinco milímetros menos que la versión anterior.

La Casa de Moneda de México, encargada de la fabricaciónde las divisas vigentes en el país, también agregó a sus características un canto estriado, para que las personas con escasez visual puedan identificarlas fácilmente.

Actualmente circulan las dos versiones de las monedas de 50 centavos. Sin embargo, la de color amarillo será desplazada gradualmente por la plateada.

Pese al complejo manejo de la nueva divisa, el Banco de México aseguró que los comercios tienen la obligación de aceptar la moneda ante su poder libratorio. Sin embargo, en pagos automatizados el metal cambiario representa un verdadero problema para los ciudadanos.

No sirve en cajeros de cobro

En el cobro de estacionamiento en cajeros automáticos de centros comerciales, tiendas de autoservicio, cines y la mayoría de máquinas expendedoras de productos, la nueva moneda ha quedado prácticamente borrada del mapa, ya que devuelven la divisa inmediatamente después de haberla ingresado.

Los parquímetros tampoco hacen válidos los cincuenta centavos de acero inoxidable, a pesar de que la divisa funciona desde hace tres años.

El origen del sobrenombre

El término “tostones” tiene su origen en Francia e Italia hacia el siglo XVI, pues había una moneda de plata a la que llamaban testón, haciendo referencia a la testa (cabeza) del Rey que
aparecía en la divisa.

La deformación de la palabra llegó primero a Portugal, donde la llamaban testão a su divisa, por su pequeño tamaño.

Durante la época colonial, tanto en México como España circulaba una moneda de plata equivalente a medio real que llevaba en el anverso la efigie del monarca español Carlos IV y a la que españoles comenzaron a llamar tostón.

En México, el término sigue vigente hasta nuestros días y con él se denomina a las monedas de 50 centavos, que al parecer seguirán vivas por buen tiempo.



Fuente:excelsior.com.mx

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