Reuniones de numismaticos en La Rambla en Los Dos Caminos

Venezuela. Cuando un billete cae en sus manos no va directo al bolsillo. Antes de doblarlo, como lo haría cualquier otra persona, lo ven a trasluz, revisan su fecha de emisión, el serial, el estado de la pieza y si tiene algún error.
Así se va descifrando el verdadero valor de un billete entre los coleccionistas que se encuentran cada domingo en La Rambla, una arepera ubicada en la avenida Rómulo Gallegos, en Los Dos Caminos.
Los que allí se reúnen ya han afinado su vista, a decir verdad son especialistas en la materia. "Hay gente que desconoce el verdadero valor de las monedas o los billetes que carga encima", dice Douglas Silveira, un ingeniero que a veces gana más comercializando piezas exclusivas que con su trabajo.
Javier Guevara se sumergió en el mundo de la numismática y la notafilia desde hace cuatro años. Cuenta que hay quienes se especializan en billetes y monedas que salieron con errores, los que tienen un serial capicúa o los que llaman sólidos, pues el mismo número se repite en el serial.
Cada domingo, desde temprano y hasta el mediodía, se reúne un grupo de treinta personas. Suelen ser los mismos cada fin de semana, pero hay veces que reciben visitantes, incluso de destinos tan alejados de la capital como Maracaibo.
Los cheques también resultan una mercancía curiosa. Silveira tiene una carpeta dedicada solo a ellos y entre la colección tiene uno del Banco de Nueva York, sucursal Caracas, de 1920. Ejemplares de bancos intervenidos, fusionados y desaparecidos están en esta carpeta, incluso uno del Banco Caracas cuando su capital era BsF 26.500.
El espacio de reunión lo pagan con el consumo, explica Gustavo López, quien ayer celebraba por los seriales curiosos que le dio el cajero en los billetes de BsF 5 que retiró para hacer un pago.
Con 50 años en la afición, Asdrúbal Márquez señala que cada vez hay más gente interesada en este mundo. "Empecé mi colección a los nueve años con un billete de Jamaica, a través de las colecciones la gente empieza a reconocer el verdadero valor de las cosas", dice.

Fuente:Beatriz Cruz Salazar EL UNIVERSAL.COM